Lo mejor es empezar con diámetros más pequeños que un pene e ir aumentando poco a poco con el tiempo, a medida que la vagina se sienta cómoda. Justo lo contrario de lo que suele hacer, todo de una vez y de golpe. Para ello se puede utilizar un dedo, un juego de dilatadores vaginales, dildos pequeños o los mini vibradores denominados balas (todos siempre limpios y lubricados, claro).
Aconsejamos que las parejas sexuales pregunten antes de penetrar porque no tenéis ninguna obligación de saberlo todo. Preguntad a vuestras compañeras si están listas, si quieren probar primero con el dedo lubricado, tuyo o de ella o si tal vez prefieren un juguete sexual… hablar ayudaría mucho a relajar el ambiente y crear confianza.
Los hombres son capaces de darse cuenta de si una vagina esta tensa o si falta lubricación, si es así, PARA, aunque ella no te lo haya dicho, o si ella no se mueve y se queda quieta, también es una señal. Un error común es creer que si la vulva está húmeda es señal de que la vagina esta lista y preparada, y no es así, si por dentro está seca, o se seca durante la penetración: STOP!!!
Cuando todo vaya fluido, unos días o semanas después, ya se puede practicar con el pene, pero mejor que no nos gane el nerviosismo y queramos correr. Mucho mejor si las primeras penetraciones penianas son cortas y suaves. Parad incluso antes de la primera sensación de dolor y ni mucho menos pretender aguantar hasta la eyaculación masculina.
Si os habéis quedado calientes, os podéis masturbar mutuamente, practicar sexo oral o utilizar juguetes sexuales masculinos y/o femeninos, lo que se os ocurra, haced correr la imaginación. También os podéis dar una ducha erótica, no hay ninguna obligación de llegar hasta el orgasmo, disfrutar de la excitación y dejarla sentir, es también muy placentero.
La postura del misionero no sería la más aconsejable para empezar a practicar el coito, mejor buscar una postura donde sea ella la que pueda decidir la duración, profundidad y movimiento, como por ejemplo, ella sentada encima.
Y aunque no lo hayamos mencionando hasta ahora, damos por sentado que antes de empezar a jugar con la vagina, ya habéis estimulado el resto del cuerpo en múltiples ocasiones, porque SEXO no es sinónimo de COITO, ni el pene es una especie de tiovivo al que se puede subir directamente sin preparación previa, ojalá, pero no, no es así. Si esquías, calienta, por tu propio bien.
Tal vez alguien pueda pensar que este proceso es muy tedioso, pero todo lo contrario, os ayudará a ser mejores amantes, tener más creatividad y a disfrutar más del coto y del sexo ahora y en el futuro, porque tendréis más herramientas y una mayor inteligencia sexual.
Y después de explicar todo esto, nos preguntamos ¿Quién ha dicho que para disfrutar del propio placer vaginal, haya que esperar a tener una pareja? Padres del mundo: ¡Aceptemos que nuestras hijas se masturban!
Según los estudios, las niñas empiezan a experimentar a partir de los 5 años con sus genitales, con el clítoris o la vulva. Mientras, la vagina puede llegar a convertirse en una extraña, una desconocida, de la que pueden estar absolutamente desconectadas. ¿Cuántas mujeres adultas no se sienten aun en día así? Desconectadas?
Pero claro ¿Cómo van a autoexplorar sus vaginas las niñas o las adolecentes jóvenes si les hemos dicho que duele porque el himen hace de tapón y hay que romperlo?
¡CIERTO! ¡No hemos explicado aún que ésta es una simplificación demasiado extendida! Pero tal vez por hoy ya tenemos mucho en que pensar. Así que mejor dejamos el tema del himen para el próximo post.
