Noches de verano y el ligue de la temporada

Cuando Olivia Newton John y John Travolta cantaban a dúo el “but, oh! the summer nights” condensaban en las noches de verano la intensidad de llos amores estivales justo antes de pegarse el planchazo al descubrirse en el instituto, y todo hemos entendido perfectamente lo que estaban contando. Ese sentimiento feliz y fugaz de los amores de verano que son tan maravillosos como efímeros. Vamos a ser sinceros, aún con el calor sofocante, el verano es la mejor época para ligar. Será porque es una temporada importante de vacaciones en las que te puedes desvincular de la familia y los compromisos y fingir que vives en el paraíso que te han prometido todo el año laboral. O será porque, simplemente, todo el mundo tiene más tiempo, y entre nuestras prioridades olvidadas siempre andan pululando las ganas de sexo.

Igual es porque el verano suele ser una época en la que al no vivir sometidos al estrés del día a día, el humor cambia drásticamente. Incluso sin estar de vacaciones, con la ciudad descongestionada, las piscinas y las verbenas son planes de todas las semanas. En esta época podemos ser quien realmente somos y no esos monstruitos con ojeras del insomnio y temblores del estrés que solemos ser de otoño a primavera. Así en resumen, somos todo lo encantadores que no hemos sido a lo largo del año y la temporada nos trae esas deseadas noches de verano largas y tranquilas para disfrutar en compañía.

Quizás también influya en parte el hecho de que al conocer a una persona durante quince días, sabes que el ritmo de conquista cambia. Todo es más rápido, más intenso. El tiempo a compartir es largo y continuo, pero corto en total, todo avanza a pasos agigantados. Hay mucha menos presión por miedo al rechazo cuando sois de lugares remotos y lo peor que a pasar va a ser una cobra de alguien a quien no volverás a ver por tu zona. Sin amigos en común, sin barrios colindantes. Todo esto también facilita bastante lo de potenciar ser alguien que no somos del todo nosotros. Una versión más perfecta, mejor cultivada. Más interesante, más risueña más tranquila, con un punto de influencer por el tema de estar viviendo un momento de ensueño en el que entre los hay ganas de verse porque el tiempo apremia y porque, seamos sinceros, tampoco hay mucho más que hacer en esas calurosas noches de verano.

Verano

Hemos hablado sobre que el calor de verano sofoca hasta las ganas de follar, que el mejor mes para hacer el amor es abril, y resulta bastante intuitivo que a 40 grados a la sombra mucho contacto físico quizás no apetezca. Pero algo tendrán las noches de verano porque siempre es la época predilecta para ligar, follar y corrernos hasta que se nos pasen las ganas. Todos lo sabemos, la operación bikini en realidad empieza en junio y consiste en instalarse tinder para hacer match con esa persona que será la relación perfecta hasta que las ganas se enfríen con el otoño. Si la primavera, tal y como se rumorea, la sangre altera, el que no ligue en verano… Que se espere al próximo año.

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