Acordarte de tu primer beso, tu primer amor, tus primeros sentimientos y desde luego de tu primera masturbación. Estrenarse en todos estos ámbitos es algo para recordar y que siempre vas a contar como algo especial.
Sobre el primer beso hay un montón de historias o no te acuerdas. Quién no tiene la anécdota de una boda imaginaria con el niño guapo de clase. O una encerrona que te hacen tus amigas que no sabes dónde esconderte. Aunque la más común es de fiesta, porque de noche todos los gatos son pardos y la edad no deja paso a los sentimientos sino a los actos. La historia del beso podría remontarse hasta los romanos que hicieron un diccionario de los besos. No es lo mismo besar en la mejilla que en un pie.
A medida que vas juntando experiencias en tu vida van apareciendo los sentimientos. Las famosas mariposillas. Van pasando los años y en cada relación vas madurando y tus sentimientos cambian. En plena juventud buscas más la locura, los impulsos del corazón. Al principio, no falla, la inseguridad, pero no pasa nada al final va desapareciendo. Estos sentimientos de amor, pasión, inocentes siguen estando en cada relación al principio y aprendes a controlarlos.
Ya lo siento, pero no siempre es todo tan bonito. Si existen sentimientos bonitos hay momentos en los que llegan los primeros desamores. Con la primera ruptura todos pensamos que se nos acaba el mundo, que no habrá nadie más y en verdad esto no ha hecho más que empezar para encontrar más sentimientos, primeros besos. Si pasas por distintas rupturas en una misma relación vas aprendiendo y madurando en los sentimientos. Hay rupturas que dejan huella que no hay que olvidar para saber que todo puede pasar.
Pero desde El Sexo Mandamiento estamos seguras de algo que no se olvida nunca, tu primera vez haciendo sexo. Aquí si haces memoria te acuerdas de tu experiencia y la de tu amiga. Algunas más románticas que otras un poco precipitadas. Si los dos erais primerizos esos nervios de no saber qué hacer, siempre sale el comentario “pues no es para tanto”. Claro está hasta que se práctica y al final nos encanta a todos. Con esta historia siempre llega el epílogo del sexo oral. Si eso que todos pensábamos de pequeños que era hablar. “Que mal sabía”, “parecía un cerdo buscando trufas”, “en mi primera vez no lo hice tan mal según él”, algunas de las historias de nuestros lectores. Seguro que hay muchas más, pero tranquilos nadie nace enseñado.
Hay algo que está muy claro, los hombres se acuerdan más de las mujeres de su primera masturbación. “Sentía cosquilleo por mis partes, no sabía que me pasa y tuve que parar”, es de lo más repetido entre los hombres. Esa primera paja en el baño de casa, con amigos, campamentos, los hombres sentían demasiadas cosas. Pero cuidado, hay mujeres que también se asustaron e incluso no sabían si lo estaban haciendo bien.
De todo se aprende es lo que podemos sacar en claro de las primeras veces. Son historias para recordar una y otra vez y lo más importante reírte de ello. Nadie es perfecto besando, haciendo el sexo oral y, bueno masturbarse ya depende de cada uno. Preguntad a los de alrededor algún consejo os darán, pero a quien hay que hacerlo primero es a uno mismo si de verdad quiere hacer estas cosas.