Acabando con el mito del tamaño del pene (II)

Os invitamos a introducir cambios en vuestra sexualidad para demostrar estas teorías, y vaya, ya de paso, que sirvan para disfrutar más del sexo y tener nuevas experiencias sin condicionamientos. Como decíamos, nuestros genitales son más inteligentes de lo que pensamos, no son pasivos, ni inertes, ni descontrolados, bueno, tal vez lo sean ahora, pero podemos aprender a controlarlos.

La idea es entrenar los músculos PC, para dominar los movimientos de la vagina y del pene, dar más elasticidad, tener más sensibilidad, estar más conectados con nuestros genitales y aprender a tener coitos más conscientes. Si no se entrenan, los músculos pueden quedar demasiado débiles, sin fuerza, o al contrario, demasiado agarrotados, tensos, rígidos, con puntos gatillo dolorosos… en fin, igual que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo.

Explicar técnicas y ejercicios en este post es complicado, ya que requeriría más espacio y más tiempo, el aprendizaje requiere un cierto proceso, pero vamos a dar pistas que podáis seguir:

-Proponemos empezar por el método más sencillo, practicar cada día los ejercicios de Kegel, por internet encontrareis mucha información y videos demostrativos. Una vez dominéis esta técnica individualmente, podéis ponerla en práctica durante el coito, y mejor si le pedís a vuestro compañero/a sexual, que se quede quieto/a, para sentir más y acoplarse mejor a la forma de cada uno. Los ejercicios de Kegel sirven para todo el mundo, con independencia del sexo.

-Para movimientos más complicados os recomendamos algunos libros como: El hombre multiorgásmico, La mujer multiorgásmica o La pareja multiorgásmica de Mantak Chia. Auténticos manuales para aprender ejercicios nuevos

-Para los más atrevidos existen talleres presenciales, la forma más fácil de aprender es con el profe delante y los compañeros a los lados, y que nadie lo malinterprete, no son orgías. Podéis buscar talleres de masajes yoni, de masajes de língam o de eyaculación femenina (para estos últimos en concreto, encontrareis por Internet a Diana J. Torres).

-Practicar con el huevo de obsidiana mejor que con las bolas chinas. Podéis encontrar talleres presenciales al respecto y tutoriales en Internet. Resumiendo mucho, un ejercicio consistiría en dormir tres semanas con el huevo, descansar la semana de la menstruación y volver a repetir el proceso hasta tres veces.

Mito
Mitos y leyendas del tamaño del pene

-Para ganar sensibilidad, mapear la vagina y el pene con tocamientos suaves, sutiles, cambios de presión, siempre diferentes a los habituales, a lo que añadimos practicar formas más suaves de coito, controlando la respiración. Vuestro cerebro creará nuevas redes neuronales de placer ¡Viva la neuroplasticidad!, pero para que funcione, se debe practicar regularmente.

-Si el problema de rigidez o de debilidad es grave, consultar a un/a fisioterapeuta especializado/a en suelo pelviano, uno que sea bueno/a, y que conectará vuestro sexo a un ordenador, todo muy moderno. Y podéis continuar en casa leyendo Mi sexo sin dolor de Heather Jeffcoat.

-Para las alumnas más aventajadas, tenemos nuevos retos, aprender a mover el yoni de forma ascendente, lateral o incluso los diferentes anillos vaginales por separado, no solo contradicciones y dilataciones generales. ¿Sorprendidos? Nadie dice que sea fácil, es bastante complicado y dado que requiere bastante entrenamiento, lo dejaremos aquí y ampliaremos el tema en otra ocasión. Diremos más, a día de hoy, no conocemos talleres presenciales que lo enseñen, así que si alguien conoce alguno, adelante, compartid la información con todas nosotras.

Conclusión sobre el mito del pene

En resumen, en la calidad del coito influyen muchos factores: morfología, flexibilidad, control de los músculos, situación de las terminaciones nerviosas, postura, excitación, sensibilidad, movimiento, quietud, partos anteriores… a los que sumamos factores psicológicos y emocionales, que tendrán tanta importancia como los físicos. En definitiva, para gustos, los colores, y por suerte, contamos con mucha diversidad.

Además, podemos aprender a controlar nuestros músculos PC y acoplarnos a cualquier tipo de penes o vaginas teniendo la satisfacción esperada en cada ocasión. Aunque si no se acaba el sexo siempre en coito, mejor, no solo no es obligatorio, es que las expectativas pueden crear estrés y acabar con la excitación. Ah, y por último, no nos podemos olvidar de recordar, que nada de esto tiene sentido sin muchos besos, caricias, complicidad, pasión, autoestima sexual y una buena y ENORME comunicación.

Autora: Isabel Moreno, @sexeparaules.

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