Llevaban varios meses quedando, compartían momentos agradables, las citas eran divertidas y el sexo apasionante; parecía que tenían una especie de conexión. El último día que se vieron quedaron para repetir el fin de semana. Llegó el finde y ella no recibió ningún mensaje entonces, le escribió para quedar, pero no supo nada. Pensó que quizás tuvo un día pesado y largo y no le apetecía salir, pero no hablaron más esos días. Pasadas dos semanas, ella le escribió para saber si todo estaba bien, pero no recibió respuesta; él estaba en línea. De pronto, la foto del otro no le aparecía y ya no era su amigo en redes sociales. No volvería a saber nada de él.
En esta era de relaciones afectivas donde se vuelve más complejo encontrar pareja en el día a día por falta de tiempo, el trabajo o las distintas actividades de cada quien, se hace más accesible o más fácil acercarse o tener contacto con alguien a través de las múltiples apps de ligue disponibles para todos.
El problema surge porque ahora, con la gran facilidad para conocer gente, a tan solo un clic de distancia, la rapidez con la que empiezan las relaciones puede afectar en la rapidez como terminan. Tal vez puedes sentir que surge una conexión con una persona con la que sales y conociste a través de una aplicación, va todo muy bien pero, repentinamente, sin más, la persona desaparece de la faz del planeta. A esta técnica, porque tiene un nombre y sorprende lo habitual con lo que es usada actualmente, se le llama ghosting, o la táctica del fantasma. No vuelves a saber de él o ella, no vuelve a contactarte e incluso, si lo tenías en redes sociales, te elimina.
Es cierto que cuando las cosas no funcionan pasado el tiempo se hace más complejo cortar el vínculo, sobre todo si es una persona que aprecias, pero terminar de forma abrupta una relación sin explicarlo cara a cara, esperando que el otro entienda y dejé de “molestarte”, puede provocar un sentimiento de incertidumbre, ansiedad o desencadenar repercusiones psicológicas entre quienes lo padecen. Dependiendo del tiempo que lleven de conocerse o si es una relación mayormente consolidada, el impacto puede ser peor. Es importante recalcar que esta desaparición se puede dar también entre amigos. Cualquier pérdida, incluso aunque haya sido una relación corta, causa un duelo.
Es por eso que desde un principio las cosas deben hablarse y dejarse claras. Es mejor aclarar que no se busca algo formal sino un follamigo o un amigo con quien tener sexo ocasional, que crear expectativas y confusiones en el otro. Y es que cuando algo asusta o da miedo y no se encuentra la solución para dejarlo, algunos tienden a irse por la salida fácil y borrar el rastro sin dejar ninguna señal: si te vi, ni me acuerdo.
El ghosting se ha convertido en un fenómeno global, a lo que cada vez más gente tiene que enfrentarse. Surge porque es más cómodo no tener que confrontar situaciones incómodas o dolorosas que decir: “lo siento, no quiero verte más”. Podemos preguntarnos si es así por esas relaciones afectivas tecnológicas, donde la responsabilidad y el compromiso son menores o si es algo aislado; pero lo que es evidente es que las apps de ligue ahorran esfuerzo y tiempo y ayudan a tener menos miedo de fracasar.
Ya no te tienes que armar de valor, sobre todo en el caso de los hombres quienes usualmente son los que toman la iniciativa para acercase a alguien, para ligar en un bar, por ejemplo, ahora puedes iniciar con un “hola” tras hacer match; ya lo demás es cuestión de la personalidad y de las ganas de formar algo.
Es fácil tener una aventura de una noche, olvidar que sucedió y no volverse a ver las caras, pero qué pasa cuando involucras sentimientos, momentos íntimos y personales con alguien; lo involucras en tu vida y con el paso de los días no aparece más. Cómo enfrentarse a ello, o cómo no sentirse desilusionado y con miedo a que vuelva a pasar. Creo que mucho tiene que ver con la comunicación, el ser claros desde un inicio y no jugar con los sentimientos de los demás, porque si no buscan lo mismo, lo más sano es dejarlo ahí antes de que se forme un vínculo más cercano y sea más complicado alejarse.
Es difícil terminar con una persona que descubres que ya no te interesa, pero el decirle lo que sucede y evitarle pasar días o semanas terribles es lo más responsable y empático que se puede hacer, porque a nadie nos gustaría pasar por lo mismo y el ponernos en el lugar del otro se vuelve imprescindible en las relaciones humanas.
Independientemente si nos preguntamos si estamos viviendo una época de relaciones superficiales o con menos responsabilidad, no debemos pensar que porque puedas haber sufrido ghosting, quiere decir que volverá a pasar o que es culpa de las apps, porque no es así, las aplicaciones son una gran herramienta para conocer gente, pero la diferencia es la responsabilidad con la que se les usa.