Estas con tu chico dándolo todo en la cama y de repente… ¡Pam! Un pedo vaginal se oye por toda la habitación. Te quedas parada un segundo mirando a la persona que tienes al lado y os empezáis a reír. Porque sí, eso es lo que hay que hacer, reírse. Los pedos vaginales o el queerfing, así lo llaman ahora las personas más actualizadas en este mundillo, es otro efecto de la penetración en las relaciones sexuales causado por la entrada de aire que se acumula en la vagina.
Este “sonido” no huele y mucho menos es causado por alguna carga bacteriana, asegura la revista especializada “Bloom”. Además que no salen por el mismo orificio que un pedo normal y corriente. La sexóloga Nayara Malnero explica que la vagina al ser un conjunto de músculos cerrados y debido a la estimulación sexual o la penetración continua puede entrar aire poco a poco dentro de ella. Y ¿Qué pasa cuándo esto ocurre? Pues básicamente los músculos se cierran expulsando todo el aire que hay dentro.
Pero como todo en la vida, la sociedad ha logrado que se genere vergüenza y rechazo hacia el queerfing haciéndolo ver como algo poco higiénico y femenino. Aunque tampoco deberían avergonzarnos los pedos normales. Al fin y al cabo todo es un proceso natural por el qué pasa el cuerpo.
Lo importante es estar informada sobre el tema, hablarlo con total confianza con tu pareja y hacer de los pedos vaginales algo natural y divertido. Además los ginecólogos afirman que no existe un método específico para evitarlo ya que la vagina no tiene un esfínter que logre retener o soltar los pedos. Aunque sí hay ejercicios que fortalecen el suelo pélvico como por ejemplo el uso de las bolas chinas o los ejercicios Kegel.
Además hay posturas sexuales que son más propensas a causar este maravilloso sonido. Por ejemplo la pierna al hombro, la penetración a cuatro patas o que el chico saque el pene por completo y acto seguido lo vuelva a meter reiteradas veces. Es por eso que si quieres evitar los pedos vaginales has de escoger posturas como el misionero, aunque puede que este tipos de posturas también provoquen pedos vaginales. Todo depende de la mujer y que conozca su cuerpo.
Aunque lo idílico sería que nadie tuviese complejos, por lo absurdos que sean y que ninguna mujer deje de realizar una postura porque esa es más propensa a provocar queerfing. Tenemos que aprender que el sexo es un acto que en sí no es bonito como vemos en las películas románticas. La realidad es mucho más diferente: se suda, se intercambian fluidos, a veces surgen complicaciones. Pero lo que sí hace que valga la pena, a parte del placer obviamente, es tener complicidad con esa persona lo cual hará del sexo algo maravilloso con pedos o sin ellos.