El Orgullo llegó, como todos los años y sin miedo a nada en contra de los que muchas personas pudieran desear. Junio es una fecha marcada de colores en el calendario y en El Sexo Mandamiento no iba a ser menos.
Hay voces que claman que por qué se sigue «celebrando» el Orgullo gay. Creo que desde este pequeño portal de internet podremos ayudaros con unas sencillas nociones:
El orgullo no se celebra, se conmemora. Lo que se celebra es todo lo conseguido y se piden derechos y se lucha por lo que queda por conseguir que no es poco. El verdadero trasfondo de esta fecha es acabar con el mal endémico de la homofobia en cualquiera de sus facetas y hacer de este mundo un lugar más bonito y seguro para todas las personas sea cual sea su orientación sexual.
Sigue siendo necesario el orgullo gay porque se siguen sucediendo agresiones, injusticias y asesinatos a personas de este colectivo. Se sigue usando y justificando la violencia contra personas cuyo único delito es amar, expresarse o querer ser quien realmente son. Suena ridículo, lo sabemos, pero sigue pasando y es una lacra que debe terminar.
Es necesario el orgullo para que aquellas personas que aún no se conocen se descubran frente a un espejo. Es necesario tener referentes, escuchar testimonios, ver como unos viven su vida en libertad para que otros se atrevan a hacerlo.
Hay orgullo porque aún se hace la pregunta «¿Tú cómo saliste del armario?». Nadie le pregunta eso a un heterosexual. A nadie con una sexualidad «normativa» se le exige decirlo en ninguna etapa de su vida. No es necesario. Con quien te acuestes no te define.
También se sigue diciendo eso de «Pero antes era mujer» o peor «¿pero tu nombre de nacimiento cuál es?». Intimidades y en ocasiones intimidades y pasados traumáticos. Antes no era una mujer, nació hombre y es hombre y viceversa. Nos ceñimos a un cánon estético claramente desfasado. Una falda no define la feminidad así como un pantalón no define la masculinidad. Pues lo mismo pasa con los genitales. En El Sexo Mandamiento seguimos sin encontrar el problema.
Existe orgullo porque aún en los colegios si un niño llora «es un maricón» y si una niña juega al fútbol «es una marimacho». El lenguaje es el arma más poderosa que tenemos, pero qué pena que siempre usamos palabras que podrían ser de uso cotidiano como algo peyorativo. Nos encanta el tono despectivo y masacrar al que consideramos débil.
El orgullo, en este 2021 es más necesario que nunca. Necesitamos poner color a esta gris y triste actualidad que estamos viviendo. Necesitamos luz que ilumine las mentes que escupen esos discursos de odio que las masas aclaman como mantras. Necesitamos esa libertad que a veces nos falta para alcanzar la felicidad. Esa que siempre nos acompaña y no vemos, porque nos lo impiden nuestros grilletes.
A los del odio: el Orgullo existe gracias a una mujer negra, transexual y activista. Gracias, Marsha. Seguimos en la lucha.
Por último, pero no menos importante: si eres hetero y cisgénero también puedes celebrar el Orgullo. Es la fiesta de la diversidad, donde nadie es excluído. Apoya al colectivo, únete a la causa y lucha para que el día de mañana tus hijos, sobrinos, nietos… no tengan que pasar por nada de esto. Esto no es por nosotros, es por los que vienen.
Junio, qué bueno que viniste. Como siempre, salud, orgasmos y mucha no, muchísima libertad.