Hoy queremos traer un tema que, pese a estar silenciado en nuestra sociedad, está generando verdaderas controversias: el desabastecimiento de medicamentos para personas trans.
Mujeres y hombres no cisexuales deben enfrentarse desde los inicios de su vida a una realidad que muchos desconocen. Bien por desinformación o desinterés. Hemos hablado de cerca con Romina Morales y recogido el testimonio de otras compañeras que nos van a contar más acerca de lo que está sucediendo.
¿Cómo empieza todo esto?
Trámites burocráticos. Esta podría ser la definición perfecta de lo que las personas trans deben vivir a lo largo de su vida cuando deciden dar este paso.
Según las comunidades autónomas los procesos pueden volverse más rápidos o más lentos. Sin embargo, todos ellos incluyen una visita a un médico de cabecera que realmente desconoce un protocolo, ya que no existe ninguno como tal. Posteriormente, una vez derivado a la Unidad de Identidad de Género, los siguientes pasos serán confirmar a profesionales como psicólogos y psiquiatras tu identidad.
Exponerte, explicar quién eres, demostrar que no tienes un trastorno mental que determine esta conducta. Cuando más fácil lo tienes es cuando más te acercas al chiclé heteronormativo. Comienzas un período llamado Test de la vida real, como si los años anteriores de infancia, adolescencia o adultez no hubiesen sido suficiente para determinar la persona que eres.
Una vez que finaliza todo esto, comienzan las sesiones con el endocrino o la endocrina correspondiente. Y, con esto, la fase de hormonación.
¿Por qué se da el desabastecimiento de medicamentos para personas trans en España?
En el caso de las mujeres trans, los medicamentos que son recetados para ellas son dos:
- Uno con principios activos como puede ser el valerato de estradiol, que son destinados a mujeres menopáusicas.
- Otro que reduce los niveles de testosterona.
El problema comienza cuando los laboratorios farmacéuticos generan los productos indicados para mujeres menopáusicas pensando que este es el único sector de la población que necesita de estas píldoras, sprays, etc., para poder continuar con sus vidas.
No existe una manifestación legítima que las personas trans puedan realizar para conseguir dejar de ser un espectro fantasma, silencioso. Su existencia se conoce pero, hasta el momento, siguen ocurriendo cosas que parecen borrarlas del mapa.
Desde que Romina comenzó su proceso de hormonación hace años ha pasado por varios medicamentos. El primero de ellos fue Meriestra, que contenía valerato de estradiol.
En este caso, se desconoce si lo que pasó fue por los convenios con el estado o problemas de stock dentro de los laboratorios. Tuvo que dejar el tratamiento y empezar con Climen, un fármaco que, pese a ser similar contaba con una pequeña dosis de acetato de ciproterona, que ya estaba ingiriendo gracias a Androcur.
No existieron grandes problemas para ella. Sin embargo, esto sí podría afectar a otras mujeres trans que ya no generan una gran cantidad de testosterona y la carga de este principio activo en su toma tiende a ser menor.
Llegamos a marzo de este año y surgen grandes problemas por el desabastecimiento de Climen. En algunos casos, si cuentas con una cita rápida con tu médico puedes buscar una solución. En este caso fue Progylutol, que incluyó nuevamente una modificación con respecto a los componentes del anterior fármaco. Esto a priori no debería ser algo malo, sin embargo, estás incluyendo algo nuevo a tu cuerpo y nunca sabes, hasta que lo llevas a la práctica como puede reaccionar este.
No pasó ni un mes, nos relata nuestra compañera, cuando empieza a haber nuevos problemas de stock farmacéutico con este medicamento. La demanda está superando en grandes cantidades la oferta que el laboratorio generaba.
Toca el turno de Lenzetto, un spray de valerato de estradiol térmico. Otra forma de absorción diferente, otra nueva historia y otra nueva incertidumbre. No pasó ni una semana cuando se enteró de que este fármaco ya estaba desabastecido.
Efecto dominó y realidades silenciadas
Desconocemos si con la nueva Ley Trans se podrá conseguir una mayor dignidad y calidad de vida para las personas que forman parte de este colectivo. Cada día, estamos viendo que, con demasiada facilidad, las opciones para poder mantenerse sin estrés, calmado o sin incertidumbre están siendo escasas.
Esta situación es devastadora y problemática y el problema es que no puede hacerse nada actualmente desde el punto de vista de los derechos humanos para conseguir que un individuo pueda vivir su vida sin preocupaciones que van más allá de su poder.
