La única forma de saber cómo masturbar a una mujer es hablando con ella y preguntando qué le gusta y qué no. Y tú dirás: ¿y entonces para qué voy a leerme yo el artículo entero? Pues para saber algunas cosillas de la masturbación femenina y además sepas qué es el clítoris, dónde está y cómo tratarlo. Con amor, por si no queda claro. ¡Así que al lío!
Lo primero de todo es que, según Masters y Johnsons, los padres de la sexología actual, solo hay un tipo de orgasmo. Lo que varía es la forma de conseguirlo, es decir la masturbación femenina, que puede ser o bien mediante el clítoris o bien vaginalmente. Además, la parte interna del clítoris es la que recubre parte de la vagina por lo que la única diferencia es que en vez de estimular el capuchón del clítoris se estimulan otras partes del clítoris que no se ven pero que están ahí.

El 75% de las mujeres que tienen un orgasmo lo experimenta a través del clítoris frente al 15% que consiguen alcanzar el orgasmo a través de la estimulación vaginal, o sea ser: por la penetración del pene, un vibrador o los dedos. Hay un 10% de mujeres que no ha experimentado un orgasmo nunca.
Dicho esto, hay muchas maneras de realizar una masturbación femenina y vamos a verlas:
- Sexo oral: para hacerle sexo oral a una mujer hay que pensar en un trozo de sandía. Si no terminas con la cara empapada lo estás haciendo mal. Y entrando en materia lo principal es que, como ocurre con los penes, no uses los dientes. Puedes sorber, lamer, chupar, pero NO uses los dientes. Por otra parte, algunas mujeres encuentran desagradable que quien realiza el sexo oral ponga la lengua dura, pero eso es algo que hay que preguntar.
- Hacer manitas o también denominado “hacer un dedo”. Hay que tener en cuenta varios puntos y saber si hablamos de clítoris o de vagina:
- Para estimular el clítoris es fundamental saber que se estimula de lado a lado o de arriba abajo. No, lo siento, no es el botón del ascensor, lo más probable es que la chica se quede con ganas de que pares. Y su cara no es de éxtasis precisamente. Hay que hacer la misma presión que para tocar el piano. No aporreando el piano.
- Para estimular la vagina hay que tener en cuenta tres puntos: el primero es que no se siente en toda la vagina, solo se sienten los primeros 2 o 3 centímetros, que además es donde se sitúa el punto G. Así que no hay que meter los dedos hasta el fondo. El segundo es que la vagina no es recta, es más bien curvada así que hay que ir doblando los dedos hasta hacer una C, o el denominado “Spiderman”, para estimular el punto G. El tercero es que cuidadito con tener las uñas largas porque en vez de hacer que algo sea divertido puede ser desagradable y la cara de la muchacha no sea precisamente de gozo.
- Los pezones: los pezones son super importantes y también los grandes desconocidos. Como con todo lo anterior: siempre con delicadeza y sí, también evitando los dientes, pero lo más importante es preguntar porque como con todas las prácticas a veces puede resultar desagradable. Especialmente si se está ovulando o con la regla. Ante la duda: se pregunta y no se da por hecho.

- Vibradores: de verdad, no hay que tener miedo de los vibradores. No es una competición y si lo fuese siento decirte que sales perdiendo por goleada. El caso es que puedes combinar las prácticas anteriores con un vibrador. Usar el mal llamado succionador de clítoris, (para entendernos: el Satisfyer) en cualquiera de sus formas, desde el Penguin al Sona Cruise, mientras metes los dedos en el coño, o mientras folláis. O usar un vibrador mientras estás entretenido con el clítoris.
- Penetración: tanto la penetración vaginal como la anal pueden estimular el punto G y a veces, cambiando de posición, se puede conseguir más placer. Ocurre exactamente igual que con los dedos: por mucho que metas si el pene no se mueve poco vas a hacer y si te pasas de empuje puedes causar daño.
Lo que sí hay que tener claro es que cada persona es un mundo y que lo que sirve con una igual es desagradable para otra así que chicas si algo va mal hay que decirlo. Y chicos, si algo no se sabe se pregunta. La comunicación es la base no solo del sexo sino de cualquier cosa: mejor no saber y preguntar que entrar como un elefante en una cacharrería.